jueves, 27 de enero de 2011

Escena cotidiana # 52

La escena la había visto y la habré protagonizado, pero nada como presenciarla en vivo y en directo, por persona interpuesta, para entenderla mejor. Aunque sea a toro pasado.
Por el lado mar y por el sur, negros nubarrones. Por poniente, por el interior, la luz de esta tierra se desprende de nuevo del cielo tacaño cuando cae la tarde, tras muchos días de cerrazón y frío.
En una ferretería, o tienda-pa-tó, entro a comprar unas bombillas. La dependienta, hija de la dueña, y dueña por tanto, me atiende con amabilidad inmensa. Me convence como es su deber para comprar unas de bajo consumo y mayor potencia lumínica, que cuestan una pasta y no me gustan nada, porque dan luz blanca. A la hora de abonar el precio de la mercancía es una niña la que me cobra, de la edad de mi hijo pequeño aprox. He dicho aprox. com, no aprox.es. Está interneteando con el ordenador de caja. La madre, hija de la dueña, repito, la instruye: tienes que poner en el concepto, le indica, bombillas de bajo consumo, 40 ww, 2 unidades. La niña teclea con agilidad En ese momento, desde la calle entra un individuo malencarado y malhumorado que conmina a la niña, sin hablar con su madre, que no le habla, a que termine cuanto antes lo que esté haciendo y salga de una vez. La madre de la niña ni siquiera lo mira. La niña tampoco lo ha mirado.
¿Hice yo alguna vez una cosa así con la niña a la que ahora le escaneo material gráfico para un trabajo de carrera que yo mismo le sugerí, y que le está costando arrobas? No lo recuerdo. (Tampoco recuerdo que nadie haya empleado la palabra arroba en los últimos años en su acepción original, quiero decir aborigen.) Es improbable: es seguro en cambio que viví una escena semejante en la puerta de los boy scouts de su barrio (en la víspera de viajar a California para convertirme, sin saberlo, en un español único en mi especie) o en cualquier otro lugar de contacto ―quiero decir desencuentro― con su señora madre. Mientras le escaneo sus materiales y le hago de zapador documentalista me pregunto, y le pregunto a mi asistenta, que plancha gaditana como si se tirase en plancha, qué mundo es el que estamos construyendo con hijos sobrecuidados, heridos, necesitados, dolidos, enajenados, reticentes ―vaya: cambió el régimen participial, del pasado al presente―, documentados, indocumentados, queridos, querientes ―once again you can dance if you want to, que decía Byrne en la intro de «Crosseyed and Painless» en directo: escuchadle, en Stop Making Sense, de propina, después de «Take Me to the River», donde versionean al fabuloso Al Green―, hijos en todo caso, como nosotros lo fuimos. Y lo somos. Y seremos. Igualitos que ellos, aunque no nos pasen las cosas que a ellos cuando actúan de cajeros en la tienda de la abuela.
Bueno. Malo. Regular. En fin. Al principio. Es decir: rebaño y araño un fondo de mi cabeza (en la peli del directo, Byrne y el otro guitarra hacían una cosa que no se ha hecho nunca: tocaban unos riffs cada uno en la guitarra del otro) y va y aparece la letra de los Heads:

Lost my shape  Trying to act casual!
Can't stop  I might end up in the hospital
I'm changing my shape  I feel like an accident
They're back!  To explain their experience
 
Isn't it weird/Looks too obscure to me
Wasting away/And that was their policy
 
I'm ready to leave  I push the facts in front of me
Facts lost  Facts are never what they seem to be
Nothing there!  No information left of any kind
Lifting my head  Looking for danger signs
 
There was a line/There was a formula
Sharp as a knife/Facts cut a hole in us
 
I'm still waiting... I'm still waiting... I'm still waiting...
I'm still waiting... I'm still waiting... I'm still waiting...
The feeling returns/Whenever we close our eyes
Lifting my head/looking around inside
 
The island of doubt  It's like the taste of medicine
Working by hindsight  Got the message from the oxygen
Making a list  Find the cost of opportunity
Doing it right  Facts are useless in emergencies
 
Facts are simple and facts are straight
Facts are lazy and facts are late
Facts all come with points of view
Facts don't do what I want them to
Facts just twist the truth around
Facts are living turned inside out
Facts are getting the best of them
Facts are nothing on the face of things
Facts don't stain the furniture
Facts go out and slam the door
Facts are written all over your face
Facts continue to change their shape
 
I'm still waiting... I'm still waiting... I'm still waiting...

Voy a bajarme (pagando, claro) el Stop Making Sense. Pero a lo mejor bajo al coche, donde creo que lo tengo. Hay otra versión del mismo tema, veintitantos años anterior, en otro directo casi tan bueno, The Name of This Band Is... Ése sí lo tengo bien comprado en el ordenata. Y ahí hay un tema titulado "Born Under Punches".

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